Esta finca histórica de 1896, rodeada de naturaleza, se extiende sobre una parcela de casi 112 hectáreas. Su ubicación estratégica permite disfrutar de los monumentos talayóticos cercanos y de las hermosas playas de Cala en Porter y Cales Coves, ideales para momentos junto al mar.
Con 548 m² construidos, la casa principal combina tradición y carácter menorquín. Distribuida en dos plantas, cuenta con tres habitaciones, un baño, una sala de estar con chimenea, cocina independiente y varias estancias adicionales. Los suelos originales, vigas de madera vista y amplios porches destacan su encanto. Además, incluye un garaje con horno antiguo, trastero y un extenso jardín.
Una oportunidad única para reformar y crear una magnífica casa menorquina que conserve su esencia histórica, en un entorno auténtico y lleno de vida.