En el corazón de la ciudad, esta propiedad de varias plantas ofrece un sinfín de posibilidades para transformarse en una residencia única. Al entrar, una habitación a la izquierda invita a abrirse como salón. Le sigue un espacio con bóveda, ideal para una cocina-comedor con encanto, y una amplia estancia hoy cocina que podría convertirse en un patio semicubierto. También hay un pequeño patio descubierto y un aseo.
La vivienda cuenta con cinco dormitorios distribuidos en las plantas superiores: uno por nivel hasta la cuarta planta, además de dos estancias más pequeñas en la tercera, perfectas como despacho o vestidor. Desde la última planta se accede a una encantadora terraza con vistas despejadas y la catedral al fondo. Destaca la planta baja, especialmente ancha y profunda, con espacios versátiles y llenos de carácter. Su configuración la convierte en la base perfecta para desarrollar un proyecto muy especial en pleno casco antiguo.